La miseria humana no tiene límites. La Policía Judicial de la Guardia Civil ha detectado que un estafador internacional se hizo pasar por Malén Ortiz, la menor desaparecida hace ocho años y medio en Magaluf, para engañar a la familia y sacarles dinero. El engaño ha sido descubierto a tiempo y la madre no ha pagado ninguna cantidad. Los hechos ocurrieron cuando la abuela de Malén, que vive en Mallorca, recibió un extraño mensaje de texto en su teléfono móvil: «Buenos días desde la distancia, te mando un abrazo. ¿Qué se te pasa por la mente que soy? Dime tres nombres». La señora, muy nerviosa, le contestó: «¡Malén, Malén, Malén!». A continuación, el estafador continuó con el engaño: «Pensé que ya no te acordarías de mí».
En un aeropuerto
Antes de que la abuela tuviera demasiado tiempo para digerir la información, el delincuente telefónico le comenzó a explicar que estaba en un aeropuerto extranjero, al parecer de Bolivia, y que no tenía dinero para coger un avión y volver a Mallorca. Además, para acrecentar su angustia, le escribió que había perdido su equipaje y no tenía nada. La señora contactó enseguida con Natalia Rodríguez, la madre de Malén, que dando credibilidad a los mensajes de texto se lanzó al suelo y rompió a llorar de emoción. Sin embargo, tuvo la suficiente entereza como para contactar con los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que rápidamente rastrearon el teléfono desde donde se estaban enviando los SMS. Resultó ser una terminal de Bolivia, de una banda de estafadores que acostumbran a sacar dinero a sus víctimas a través de este tipo de engaños.
Hace ya unos años, una joven consiguió acceder a las redes sociales de Malén y los investigadores, pensando que se trataba de la menor, montaron un gran dispositivo y localizaron el domicilio del ordenador en la barriada de Son Sardina. Al final, se trató de una chica que había conseguido las credenciales pero que no tenía nada que ver con la joven desaparecida en Magaluf.
El apunte
Al mediodía de este domingo, en La Pinada de Santa Ponça, lugar habitual de las concentraciones en recuerdo de Malén Ortiz, se celebra otro homenaje a la menor desaparecida, que en 2013 tenía 15 años. Está previsto que acudan políticos del ayuntamiento de Calvià, que siempre han apoyado a Natalia Rodríguez en su lucha de madre coraje, y numerosos amigos de la familia. Se cumplen ahora ocho años y medio desde que la adolescente se bajó de un autobús en la rotonda de los Piratas, en Magaluf, y se dirigió caminando a Son Ferrer, para ver a su novio. Todo indica que en ese tramo alguien de su confianza se paró y la invitó a subirse a su vehículo.