Un conductor ebrio que arrolló en Cap Blanc a un ciclista al que le amputaron una pierna ha sido condenado a casi dos años de cárcel. El acusado, español de 39 años, se dio a la fuga en su furgoneta tras el atropello y fue localizado tras esconderse en las calles de Maioris. El procesado tendrá que indemnizar a la víctima con 380.000 euros por las lesiones y las secuelas ocasionadas.
El hombre, defendido por la abogada Isabel Fluxá, se declaró culpable este martes en el juicio en Palma de delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, lesiones imprudentes y omisión del deber de socorro. La jueza acordó la suspensión de la pena de prisión con la condición de que no cometa ningún delito en los próximos tres años y que realice un programa formativo en materia de seguridad vial.
La titular del juzgado de lo Penal número 1 tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de reparación parcial del daño como cualificada después de que el acusado consignara 2.500 euros en concepto de responsabilidad civil. La compañía aseguradora ya ha abonado 199.865 para el perjudicado. El accidente ocurrió sobre las 14.10 horas del 28 de abril de 2017. El acusado conducía ebrio una furgoneta Renault blanca cuando perdió el control del vehículo e invadió el arcén derecho por el que circulaba el ciclista, un alemán de 62 años, que fue atendido por varios usuarios hasta la llegada de una ambulancia.
El conductor escapó sin comprobar el estado de la víctima y cuando fue interceptado por la Policía Local de Llucmajor y la Guardia Civil arrojó un resultado positivo de 0,90 y 0,91 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. El ciclista, que sufrió una fractura abierta de tibia y peroné, fue trasladado hasta el hospital Son Espases, donde le practicaron 17 intervenciones quirúrgicas. El hombre, que perdió la pierna derecha, se reincorporó a su trabajo como maestro electricista el 1 de noviembre de 2019. Dos años después del fatídico siniestro.