El juzgado de lo Penal número 4 de Palma ha condenado como autor de dos delitos de lesiones imprudentes a dos años de cárcel al hombre que arrolló con su lancha a dos turistas alemanes en aguas de es Trenc en el verano de 2018. Las víctimas, de 20 y 26 años, sufrieron amputaciones en un brazo y en una pierna. El procesado tendrá que indemnizarles con más de 1,8 millones de euros.
Durante la vista, celebrada días atrás, el acusado defendió su no culpabilidad en el trágico accidente. «Iba a unos 20 nudos, la velocidad normal en esa zona, y no vi a nadie, era imposible verlos, iban por debajo del agua ni tampoco nadie me hizo una señal de que por allí había personas nadando. Tampoco colocaron boyas para marcar su posición», explicó.
Una de las víctimas señaló que ambos estaban nadando a unos veinte metros de la embarcación en la que se encontraban con varias personas más. «No vimos la barca venir, sabíamos que estábamos fuera de la zona de baño», apuntó el joven, al que tuvieron que amputarle una pierna tras el accidente. La hélice les pasó por encima y quedaron malheridos en el mar. El otro perjudicado, que perdió un brazo en el acto, describió lo que recuerda del trágico suceso. «Algo me pasó por encima y vi sangre por todo, también que me faltaba un brazo», relató.
El fallo, a pesar de su versión, considera que el hombre «infringió gravemente» las normas de navegación y sostiene que su conducta fue de «grave imprudencia». La magistrada descarta la teoría de la defensa de que hubo una concurrencia de culpas en el suceso y añade que si bien es cierto que las víctimas nadaban fuera de la zona balizada «está absolutamente permitido nadar en cualquier lugar del mar».