La Guardia Civil ha recuperado en un taller de Llucmajor el Lamborghini Huracán de 250.000 euros ‘robado' en un chalet de Santa Ponça y ha imputado al primer propietario y a un asistente suyo por la sustracción. El deportivo, de color negro y con una llamativas pinzas de freno en verde, estaba siendo explotado por una empresa de alquiler de coches y recientemente fue vendido a un vecino de Santa Ponça.
Sin embargo, en cuanto se enteró el primer dueño –que reside en Alemania–, montó en cólera, porque aseguró que él no había dado permiso para la venta y que, en consecuencia, se trataba de un robo. Los deportivos de lujo tienen un sistema de GPS para evitar las sustracciones, así que el citado ciudadano alemán pudo rastrear su localización y el día 6 envió a un asistente a un chalet de Santa Ponça para que lo recuperara. El deportivo estaba en el garaje, pero las puertas estaban abiertas. El empleado tenía las llaves originales, así que se subió a él y se marchó.
La mujer del segundo dueño escuchó el motor, pero pensó que se trataba de su marido, que lo había sacado para dar una vuelta. Cuando se descubrió el ‘robo', el caso fue denunciado a la Guardia Civil. Los agentes de Calvià, al día siguiente, descubrieron el coche en un taller a las afueras de Llucmajor, muy cerca de la autopista. Ahora, han sido imputados el primer dueño y su ayudante y se abre un proceso judicial para aclarar si la venta fue legal.