Un total de 15 clubs de alterne de Palma fueron inspeccionados este viernes de madrugada, durante cinco horas, por la Policía Nacional en busca de mujeres ucranianas que han huido de la guerra y podrían estar siendo explotadas sexualmente. En el operativo no se detectó a ninguna mujer de esa nacionalidad, pero no se descarta que alguna de ellas haya sido instalada en pisos francos.
El dispositivo de la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales), coordinado por el inspector jefe Chema Manso, se inició a las once de la noche y se prolongó hasta las cuatro de la madrugada. Se organizaron dos equipos, que contaron con el apoyo de patrullas de Seguridad Ciudadana.
S'Aigo Dolça
El despliegue se realizó en locales nocturnos de la Platja de Palma, la plaza de las Columnas y la calle Joan Miró, pero el que ofreció mayor complejidad fue el de s'Aigo Dolça, en las inmediaciones del Paseo Marítimo. Se trata de cuatro clubes de alterne ubicados unos muy cerca de los otros, por lo que la entrada y registro tuvo que ser simultánea para que los encargados no se fueran avisando entre ellos.
En total, fueron identificadas noventa trabajadoras –y también empleados– de estos prostíbulos, pero todos ellos tenían la documentación en orden y los extranjeros habían entrado en España de manera legal. La mayoría de mujeres eran búlgaras, rumanas y sudamericanas. En Madrid, por ejemplo, ya hay constancia de que algunas mujeres que huían de la invasión rusa de Ucrania cayeron en manos de proxenetas, que las están obligando a prostituirse. Un sospechoso ya ha sido detenido en la capital por este motivo y dos menores de 17 años ucranianas han sido liberadas de sus captores. Algunos falsos filántropos que se ofrecían para acogerlas eran, en realidad, mafiosos que solo querían explotarlas sexualmente. En cualquier caso, la Policía Nacional no descarta que algunas chicas hayan sido escondidas en pisos francos en lugar de locales.
El apunte
La crisis económica afecta también a los establecimientos: solo veinte clientes
Un dato que llamó poderosamente la atención de los investigadores en la madrugada de este viernes fue los pocos clientes que había en los prostíbulos registrados. En total, en los quince clubes de alterne había veinte varones, lo que supone una cifra inusual para un jueves noche en Palma. La policía achaca este descenso de clientes a la crisis económica, que cada día se hace más patente en todos los sectores. En los prostíbulos de la Platja de Palma tampoco había demasiado ambiente, a pesar de que estos días están llegando bastantes turistas. Los dispositivos continuarán en las próximas semanas para prevenir la explotación en estas mujeres.