El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Palma en funciones de guardia ha decretado prisión provisional comunicada para siete de los 25 detenidos que pasaron anoche a disposición judicial, conducidos por la Guardia Civil en el marco de la llamada 'Operación Origen'.
En concreto, para cuatro ellas se ha dictado prisión provisional, comunicada, sin fianza, mientras que para las otras tres se ha decidido prisión provisional, comunicada, eludible bajo una fianza. La investigación de este procedimiento judicial bajo secreto de sumario la lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 10 de Palma. Por otra parte, el juez también acordó prisión comunicada eludible con fianza para otros 10 detenidos, de los que siete ya la han hecho efectiva. La operación sigue abierta porque faltan algunos implicados por detener. Uno de los jefes está en Ibiza.
La más mediática de los arrestados, ‘La Paca', ha negado de forma categórica que haya vuelto a ser la jefa del narcotráfico en el poblado gitano de Son Banya y sostiene que no tiene nada que ver con la banda supuestamente dirigida por David M., un vendedor de coches. Los investigadores, sin embargo, tienen algunas conversaciones pinchadas entre ambos. Francisca Cortés, a su llegada esta tarde a los juzgados, se ha dirigido a los periodistas diciéndoles: «Ya estoy harta de vosotros» y ha insistido en que «yo no he hecho nada».
El principal acusado ha sufrido durante su detención un ataque de piedras en el riñón y ha tenido que ser ingresado en el hospital de Inca, bajo custodia policial. Otro de los detenidos, Carlos A., de un conocido clan, se golpeó contra los barrotes cuando estaba en el calabozo y ha sido ingresado en el área de psiquiatría de un centro hospitalario. También ha trascendido que se interceptaron unas comunicaciones en un coche entre José C., y Pedro C., en la supuestamente hablaban con unos marroquíes y sudamericanos sobre «kilos de cocaína». Otro histórico, ‘El Forris', también aparece entre los capturados por la Benemérita el jueves.
Este pasado sábado por la tarde, la Comandancia palmesana montó un gran dispositivo de seguridad para trasladarlos a todos hasta los juzgados.