El perro asesino de ovejas ya está entre rejas. A las 11.30 horas de este miércoles, el servicio de medio ambiente del Ajuntament de Llucmajor recibió la llamada de un vecino del municipio alertando que un perro, de grandes dimensiones, estaba atacando a varios patos. Al llegar al lugar, un vecino identificó al can, sin ningún género de dudas, como el perro que atacó acabó con la vida de más de 60 ovejas en la madrugada del día 31 de enero. El animal fue localizado a un kilómetro aproximado del lugar donde se produjo el primer ataque.
Técnicos municipales y del Govern consiguieron apresar al perro y trasladarlo hasta la perrera municipal. Guillem Roig, regidor de Urbanismo y Medio ambiente, se mostró muy satisfecho por su localización, pero apuntó que hasta la fecha se desconoce quién es el propietario del can porque el mismo no lleva chip. Los hechos se produjeron a las 05:30 horas de la madrugada del 31 de enero cuando el propietario de una finca, ubicada en el Camí de Galdent, a unos tres kilómetros del casco urbano, llamó a la policía para informar de la matanza. Al llegar los equipos de emergencia se encontraron una escena dantesca.
Animales muertos, otros heridos y sangre por todo. Además, muchas de las ovejas estaban agonizando con fuertes gemidos. Rápidamente, se desplazaron hasta el lugar varias dotaciones de la Policía Local y un veterinario. El balance de la matanza fue de: 65 ovejas muertas, 25 heridas y otro tanto sin determinar desaparecidas. En un principio, uno de los vecinos de la finca declaró que a su llegada vio a tres perros, uno de ellos de gran tamaño, matando a los animales. Que al intentar evitarlo, los perros le intentaron atacar y desistió para no poner en riesgo su vida. Los daños fueron muy cuantiosos porque la gran mayoría de las ovejas estaban embarazadas y a punto de dar a luz. El propietario de la finca se mostró totalmente desolado dado que serán necesarios al menos dos años para recuperar este duro golpe.