Las autoridades locales marroquíes informaron de que la operación de rescate del pequeño Rayan, que se encuentra en el fondo de un pozo de 32 metros, está «muy avanzada», pero es difícil pronunciarse sobre su duración. La dificultad se debe a las características de la parte de tierra que queda por cavar en el túnel horizontal realizado para llegar al pequeño en el fondo del pozo.
Los equipos de rescate en el lugar explicaron antes que solo les quedaban dos metros para llegar a Rayan, a quien se insufla oxígeno de forma continua. El responsable del comité de seguimiento y vigilancia de la operación, Abdelhadi Tamrani, dijo esta mañana que los rescatistas trabajan con «la gran esperanza» de salvarlo. Tamrani detalló que los equipos de rescate se toparon antes con una roca que ralentizó durante tres horas la operación, y una vez superada han retomado las labores de perforación.
Rayan, de cinco años, cayó el pasado martes en un pozo estrecho de 32 metros de profundidad en la localidad norteña de Ighran. Para rescatarlo, los efectivos marroquíes excavaron primero en vertical en paralelo al pozo y ahora lo hacen en horizontal, en una operación delicada en la que se usa pequeño material debido a la naturaleza frágil de la tierra en la zona para evitar fisuras o derrumbes. Al lugar se ha desplazado un helicóptero de la Gendarmería Real para trasladar al pequeño si fuera necesario, así como una ambulancia equipada con material para reanimación.
Las redes sociales en Marruecos y en varios países del mundo árabe se volcaron desde el pasado martes en expresar su solidaridad a los padres del pequeño. Muchos internautas cambiaron sus fotos de perfil por la de Rayan.