La Guardia Civil ha detenido a un joven de origen boliviano por supuestamente maltratar y violar a su mujer en una casa de Maria de la Salut. Un juzgado de Inca ha abierto diligencias y ahora se investiga si el arrestado llevaba años vejando y humillando a su pareja. Según ha podido saber este periódico de fuentes judiciales, los hechos ocurrieron en la noche del sábado, cuando la Benemérita fue alertada de que se escuchaban gritos en un piso de aquella localidad. Cuando llegaron a la dirección señalada, se encontraron a una mujer que presentaba lesiones y que estaba aterrorizada porque su marido acababa de darle una paliza.
En aquellos momentos todavía no había trascendido que también había sido víctima de una agresión sexual, pero cuando fue evacuada al Punto de Asistencia Continuada (PAC), se descubrió que sangraba en sus partes íntimas y la víctima acabó contando que también la había violado. Según han podido saber los investigadores, la pareja llegó hace unos meses a Mallorca, en busca de un futuro mejor, pero los malos tratos venían de lejos y en su país, Bolivia, la joven ya había sufrido palizas por motivos banales. Según parece, el acusado es extremadamente celoso y posesivo y pierde los nervios por cualquier motivo.
Desde el PAC, se recomendó el traslado de la víctima al hospital de Inca, donde ingresó esa misma noche. Los médicos la sometieron a un examen ginecológico, que confirmó la agresión sexual, y también le detectaron indicios de malos tratos anteriores en distintas partes de su cuerpo. Además, la mujer presentaba un cuadro emocional preocupante, debido al tiempo que había estado soportando las humillaciones conyugales. La declaración del acusado, que tiene 23 años de edad, no ha trascendido y fue trasladado hasta el cuartel de Santa Margalida, donde fue interrogado por los agentes. Después pasó a disposición judicial en Inca, acusado de un delito de malos tratos continuados y otro de agresión sexual.
El apunte
La mujer no había denunciado a su marido porque estaba aterrorizada
La víctima contó a los investigadores que no había denunciado antes los malos tratos a los que la sometía su marido porque estaba aterrorizada y tenía pánico de lo que pudiera hacerle. La pareja llegó este verano a la Isla y nada más establecerse aquí continuaron las palizas que ya recibía en su país. Hasta el sábado, nunca se atrevió a denunciar por miedo. Ahora, los investigadores tienen previsto entrevistarse con los vecinos y las pocas personas que los conocían en el pueblo para que confirmen el carácter violento de él. Al parecer, el joven –que padece unos celos patológicos– no podía consentir que la chica hablara con otros hombres.