Una chapuza tras otra. Un hombre irá a juicio por robar el aire acondicionado a una vecina de sa Coma para ponérselo a otro. El acusado, español de 46 años, cobró 1.120 euros de adelanto por la instalación del aparato sustraído que dejó a medias. El termostato no funcionaba. La Fiscalía reclama ahora una condena de cuatro años de cárcel para el procesado por delitos de robo con fuerza en casa habitada y estafa. Tendrá que indemnizar a la mujer con 3.052 euros por el aire acondicionado robado y los daños ocasionados en su casa y a su vecino con 1.120 euros por el dinero que le cobró por adelantado.
Los hechos ocurrieron el verano de 2020, según el Ministerio Público. El acusado vivía en el complejo Green Garden, situado en la calle Ficus y ofreció a un vecino instalarle un aire acondicionado nuevo por 3.200 euros. La oferta fue aceptada por el vecino. A finales de agosto, el investigado le envió un email con el presupuesto y pidiéndole el pago del 35 por ciento del precio por adelantado. El 3 de septiembre, el hombre le hizo una transferencia de 1.120 euros y ese mismo día le desmontó el aire acondicionado antiguo.
El acusado, en lugar de instalarle un aparato nuevo, se dirigió a la vivienda de una vecina, que en estos días estaba en Alemania, con la copia de una llave que había obtenido sin su consentimiento. Una vez dentro, rompió el techo y se llevó la instalación completa del sistema de climatización, valorado en 2.473 euros, y causando desperfectos de albañilería que ascienden a 579 euros. A finales de septiembre, el hombre colocó el aire acondicionado en la casa de su vecino y le dijo que era nuevo. La instalación no la completó, dejó el termostato sin funcionar. El perjudicado se dio cuenta y le pidió que lo arreglara, pero el administrador de la urbanización le informó de que habían robado un aparato y se lo habían instalado a él. El hombre no volvió a dejar entrar en su casa al acusado. El pufo se había destapado.
El apunte
El hombre hizo destrozos en la casa de su vecina para sustraer el aparato de aire
La víctima del robo interpuso una denuncia ante la Guardia Civil a principios de octubre. La mujer se encontró todo revuelto en su casa y observó que no tenía aire acondicionado. Alguien había roto el falso techo para desmontar la instalación. Los agentes que investigaron el caso realizaron una inspección ocular y comprobaron que se habían producido importantes destrozos. El motor del aire acondicionado sustraído fue localizado en la azotea del siguiente edificio de la urbanización. Montado y en funcionamiento.