Prisión para los doce migrantes fugados en el aeropuerto de Palma

Prisión para los doce de la huida de aeropuerto de Palma. La titular del Juzgado de Instrucción 6 de Palma acordó este lunes el ingreso preventivo en la cárcel de la docena de jóvenes que fueron detenidos tras intentar entrar en España desde Marruecos en un aterrizaje de emergencia. El auto de la magistrada les imputa dos delitos diferentes de sedición, coacciones y favorecimiento de la inmigración irregular. Todos ellos implican penas importantes de prisión en caso de condena y, ante la existencia de riesgo de fuga, la jueza decidió su encarcelamiento que había sido solicitado por la Fiscalía.

El grupo de inmigrantes llegó a media mañana de este lunes a los juzgados de Vía Alemania custodiados por un importante despliegue de la Policía Nacional. Esposados de dos en dos y, con evidente gesto de sorpresa por la numerosa presencia de cámaras de televisión, pasaron casi el día en la sede judicial. Comparecieron de forma conjunta ante la jueza y casi todos ellos guardaron silencio.

El único que contestó a alguna pregunta, pero solamente a las de su defensa, fue el que supuestamente fingió un ataque de glucemia que hizo que se activara el aterrizaje de emergencia en Palma. Lo hizo para afirmar que sí que es diabético y que tuvo una indisposición real durante el vuelo. También negó que conociera al resto de los jóvenes o que sea el cabecilla de un plan predeterminado para entrar en territorio español. Intentó justificar su inocencia en que él no intentó escapar de Son Espases, donde fue detenido por la Policía Nacional, como sí ocurrió con una persona que era su acompañante.

Expulsión

La magistrada descarta en el auto la alternativa planteada por las defensas de los doce detenidos: aplicar una expulsión exprés en base a la Ley de Extranjería. Estima que la gravedad de lo sucedido va más allá de la infracción administrativa y que existen indicios de la comisión de al menos cuatro delitos graves. La decisión judicial se basa en la investigación llevada a cabo por la UCRIF de la Policía Nacional que apunta a la existencia de indicios serios de que el grupo se coordinó para tramar el desvío del vuelo desde Casablanca a Estambul de Air Arabia.

Indicios

La principal prueba que sustenta que se trató de una acción coordinada y premeditada son los mensajes intercambiados en el grupo de Facebook ‘Brooklyn'. En él se lanzó la idea de fingir una enfermedad para forzar el aterrizaje de emergencia de un vuelo para, una vez en tierra, entrar de forma ilegal en España. La coincidencia casi exacta del contenido de los mensajes con lo que finalmente ocurrió en Palma el pasado sábado refuerza la idea de una acción coordinada, como también que la idea surgiera en el mes de julio, lo que da margen para la preparación de los detalles del vuelo. El grupo detallaba también que sería una ruta hacia Turquía y planteaba el uso de un GPS para comprobar cuándo se sobrevolaba el espacio aéreo español para desencadenar el aterrizaje de emergencia. En el foro aparecen mensajes como: «Chicos, escuchad, la mayoría quiere emigrar. Sigan este plan: necesitamos 40 voluntarios. Todos los chicos de Brooklyn que reserven en un avión rumbo a Turquía y que sobrevuele España». Estos son los que refuerzan los cargos que han llevado al ingreso en prisión preventiva.

El fiscal superior, Bartomeu Barceló, explicó que la calificación de los hechos es aún provisional    y que está a la espera de las declaración de la tripulación del avión y de otros durante la instrucción de la causa.

Sediciones

Por el momento se incluyen dos delitos diferentes de sedición: el general, que se aplicó, por ejemplo, a los presos del ‘Procés' y uno específico del código de navegación aérea que en Balears llevó al banquillo de los acusados a casi un centenar de controladores por el cierre del espacio aéreo en 2010.

En paralelo a la investigación española, la policía y la Justicia de Marruecos han abierto también diligencias a partir de las «las informaciones publicadas» en torno a la forma con la que se gestó la fuga de pasajeros marroquíes. Fuentes judiciales y de seguridad marroquíes explicaron a Efe que las investigaciones han sido abiertas bajo la supervisión de la Fiscalía competente.

Reacciones

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, dijo que «cualquier incidente que se produce en nuestro país en este ámbito es susceptible de ser evaluado para mejorar y reforzar los protocolos necesarios». Valoró «el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de los jueces que en definitiva son quienes en este momento están gestionando este asunto», a los que ha expresado «todo el apoyo». También salió al paso de las críticas de la oposición que interpreta como críticas a las instituciones trasladando su malestar por ello en la rueda posterior a la reunión del Consejo de Ministros. «La verdad es que el PP se está dedicando solo y exclusivamente a atacar al Gobierno pero está pasando de los ataques al Gobierno a atacar a las instituciones»

Mientras, el Partido Popular ha reclamado la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. La presidenta de Baleares, Francina Armengol, por su parte, suavizó el discurso de días anteriores y pidió no crear «alarmismo» ante un hecho «inédito» como el vivido el pasado viernes en el aeropuerto. Mostró su «apoyo» desde el Govern al Estado y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y pidió «no hacer alarmismo». «Esta situación no ha de tener ningún impacto negativo sobre la económica o la sociedad balear y, mucho menos, sobre el turismo», insistió Armengol, que recalcó en que «Balears es un destino absolutamente seguro y, por lo tanto, no hay que tener ningún miedo a viajar a las Islas». Por su parte, Vox reclama la dimisión de la delegada del Gobierno en Balears: «Es una vergüenza que Aina Calvo diga que esto no estaba organizado, ¿en manos de quién estamos? Si la delegada del Gobierno no dimite, la presidenta del Ejecutivo balear, Francina Armengol, debe pedirle a Pedro Sánchez que la cese. El tándem Calvo-Armengol nos lleva al desastre», dijo. Campos apareció ayer en el patio de los juzgados de Palma para hacer declaraciones y, la seguridad del edificio le tuvo que pedir que saliera.