Madrugada intensa en Camp de Mar. La Guardia Civil y la Policía Local montaron un gran dispositivo de emergencia, en el que participaron una decena de agentes, para dar con un turista ebrio «enloquecido» que agredió a una mujer y montó jaleos en distintos establecimientos. Finalmente, el sospechoso fue interceptado y también se enfrentó a los agentes, que lo detuvieron.
De acuerdo con los datos facilitados por los equipos de emergencias, pasadas la una de la madrugada el centro del 112 recibió una llamada alertando de que una mujer había sido golpeada por un extranjero, al parecer turista, en la playa de Camp de Mar, en el término de Andratx.
Los primeros en llegar fueron agentes municipales, que pidieron refuerzos a la Guardia Civil de Calvià porque algunos testigos afirmaban que el sospechoso iba con un grupo numeroso de amigos, todos ellos bebidos y violentos.
Huyeron hacia un hotel
Los policías y guardias civiles comenzaron a peinar la playa, con ayuda de linternas, y algunas calles céntricas, pero luego fueron informados de que el grupo se había desplazado a un hotel próximo, donde también habían protagonizado un altercado. A medida que los funcionarios se acercaban al establecimiento hotelero, fueron recibiendo informaciones de vecinos que contaban que la pandilla de amigos estaba muy alterada, en especial el que supuestamente había golpeado a una mujer en la playa.
Finalmente, dieron con él y confirmaron que, en apariencia, se encontraba bajo los efectos del alcohol o, quizás, de sustancias estupefacientes. Los agentes intentaron calmarlo, pero el joven –de nacionalidad alemana y turista– estaba fuera de sí y también se enfrentó a los guardias, que al final procedieron a su detención. El acusado fue trasladado en un furgón hasta los calabozos de la Guardia Civil en Calvià y ayer pasó a disposición judicial.
Punto de vista
El verano ha acabado con menos incidentes con turistas
Fuentes policiales informaron que el verano ha acabado con menos incidentes con veraneantes en hoteles y zonas turísticas. En Calvià, s’Arenal y Cala Rajada, como es habitual, sí se han registrado incidentes, aunque también de menor importancia que otros años. La pandemia y las restricciones, con una llegada más limitada de viajeros, podría ser la explicación para este verano relativamente tranquilo.