Según lo detallado por la Fiscalía en su escrito de acusación, la vivienda donde habitaban en Campos el procesado con su pareja, en compañía de tres hijos de ella y una hija en común, era poco menos que la casa de los horrores. Agresiones físicas, amenazas y vejaciones estaban a la orden del día. Esto es lo que presuntamente el imputado, de nacionalidad española, habría ejercido durante cinco años y hasta el 20 de abril de 2018.
El Ministerio Público solicita para el acusado una pena de 14 años de prisión por hasta diez delitos. El juicio se celebrará el mes que viene en una sala de lo Penal de Vía Alemania.
Tal y como sostiene el ministerio fiscal en su acusación, el imputado, con intención de menoscabar la integridad física de los menores, los sometió a agresiones físicas continuadas. Y describe varios episodios. En uno de ellos, el mayor de los niños, nacido en 2007, derramó la leche y al hombre le pegó varios puñetazos.
En otra ocasión, el mismo menor escupió en la pared y el acusado respondió limpiándola con la cabeza del menor y se la estampó contra la misma. La Fiscalía destaca otros episodios de malos tratos y vejaciones.
El procesado, de 46 años, en una ocasión golpeó con una bota de seguridad a dos de los menores. Y además si no comían los obligaba a hacerlo con el perro, amenazándoles que en caso contrario acabarían en la caseta del animal que tenían en el jardín. A una de las niñas, la hija que tenía en común con su pareja, la golpeó y la lanzó contra el sofá en uno de los episodios. La pesadilla se acabó el 20 de abril de 2018.
Además de la pena de 14 años de prisión, la acusación pública pide que el hombre indemnice en conjunto a los menores con 11.000 euros. El juicio por estos hechos tendrá lugar el próximo mes de octubre.