«En el hotel te dejo lo que te mereces». Este fue el último mensaje que Martín Ezequiel Álvarez Giaccio envió a su expareja el martes desde la habitación 704 del hotel Concòrdia, en Barcelona. Minutos antes acababa de matar con sus propias manos al hijo de ambos, de dos años y nueve meses. Un nuevo caso de violencia vicaria, el tercero en lo que va de año.
La pareja se había separado hacía unos días. Fue una decisión de ella que él ni asumía ni aceptaba. El martes por la tarde, la madre aceptó la petición del padre de llevarse a su hijo en común a dar un paseo por el barrio. Ya no volvió a verlo con vida. Durante esas horas no dejó de recibir mensaje amenazantes de su expareja asegurándole, incluso, que iba a suicidarse. El último mensaje le hizo creer que iba en serio y fue ella misma la que acudió al hotel pidiendo localizar a su hijo.
Sobre las 22:30, agentes de la Guardia Urbana hallaron al pequeño en una habitación, situado en la avenida del Paralelo de Barcelona, inconsciente y con la cara amoratada, sin que los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que intentaron reanimarle pudieran hacer nada por salvarle la vida.
Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, que se escapó saltando la valla de la piscina del hotel, sigue desaparecido. Tras casi 48 horas en paradero desconocido, los Mossos d'Esquadra han pedido la colaboración ciudadana para localizarlo y detenerlo.
MedusaYo no me lo pregunto. Lo tengo clarísimo, pero no se puede decir.