Nueva noche de altercados, desfases, incumplimientos, cargas y al menos dos detenidos por desobediencia grave a los agentes de la autoridad en Punta Ballena.
La madrugada de ayer se presentaba ‘caliente' y la Policía Local de Calvià y la Guardia Civil habilitaron un dispositivo especial de vigilancia integrado por más de 40 agentes, específicamente centrados en la zona de Punta Ballena y Avenida de Magaluf. Dicho equipo policial también fue el encargado del ‘barrido' de playa para evitar botellones y grandes acumulaciones de turistas.
Al tocar la una, con el cierre de los locales de ocio nocturno comenzó la fase más complicada de la noche. Los agentes tuvieron que emplearse a fondo para lograr desalojar a más de 3.000 jóvenes, en su gran mayoría británicos y franceses, que no tenían ninguna intención de acabar la fiesta en ese instante.
Los funcionarios policiales montaron una barrera humana e iniciaron el vaciado de la principal calle del ocio nocturno de la zona. Durante esta operación, algunos turistas se enfrentaron a los agentes y éstos respondieron de forma contundente con algunas pequeñas cargas. Dos jóvenes fueron arrestados por un delito de desobediencia.
La noche proseguía y la policía no paraba de detectar a algunos vendedores ambulantes con documentación falsa, venta de sustancias estupefacientes y alcohol. Las drogas y la gran ingesta de bebidas alcohólicas en los jóvenes generaba pequeñas peleas, vómitos en la calle y algún que otro coma etílico. Una ambulancia del SAMU-061 tuvo que trasladar a un chico hasta el hospital de Son Espases.
Por otra parte, decenas de vecinos, asomados a los balcones, aplaudieron a los integrantes de la Policía Local de Calvià y a la Guardia Civil por el trabajo que estaban realizando. «Es nuestro pequeño homenaje a estos hombres y mujeres. Son muy grandes», apuntaban los residentes.