Agentes de la Policía Local de Palma detuvieron el pasado viernes a tres hombres, de nacionalidad argelina, acusados de allanamiento de morada por okupar un piso en la calle Lluís Martí de la capital balear.
Los arrestados fueron interceptados por los agentes, después del aviso de una vecina, en el piso junto a dos mujeres, una niña de doce años y un bebé.
Testigo
Como suele ocurrir en estos casos, fue una vecina quien avisó a la policía, sobre las 18.00 horas, de que había visto a gente extraña entrar en un piso que no era el suyo.
Al acudir los agentes tocaron la puerta y salió una mujer, que comentó a los funcionarios que estaban de alquiler. Preguntada sobre si les podía mostrar el contrato no supo qué decir y confesó que habían entrado hacía tres días. Los policías locales, con permiso de los moradores en ese momento, entraron a la vivienda y se toparon con cinco adultos en total -tres hombres y dos mujeres- y dos menores, uno de ellos un bebé. Al inspeccionar el inmueble observaron cómo había bolsas con ropa y los armarios estaban casi vacíos.
Los propietarios del piso llegaron al lugar y explicaron a los policías que el día anterior habían estado en la vivienda, que era su segunda residencia pero que la frecuentaban muy a menudo. La Policía Local decidió arrestar a los tres varones.