Durante la noche de este viernes, la Guardia Civil en colaboración con la Policía Local de Llucmajor ha llevado a cabo un gran dispositivo para buscar botellones, fiestas ilegales y velar por la seguridad ciudadana en s'Arenal y Llucmajor, tras detectarse un macrobote de coronavirus entre los estudiantes que viajaron a Mallorca.
Lo más llamativo es que el operativo ha contado con el apoyo de un helicóptero que, provisto de un potente foco, iluminaba amplias zonas para localizar a jóvenes reunidos clandestinamente o a delincuentes que iban a cometer delitos. La presencia del aparato, en la medianoche, ha causado sorpresa entre el vecindario de s'Arenal y de la zona de las urbanizaciones de Bahía.
En general, sin embargo, los agentes han constatado que los botellones y las fiestas han bajado de intensidad, quizás a raíz de las últimas informaciones sobre un megabrote de COVID que se inició, precisamente, en una serie de fiestas sin control en Palma y Llucmajor.
El operativo se ha mantenido hasta altas horas de la madrugada, con coches patrulla controlando las zonas más conflictivas de s'Arenal, donde los vecinos se quejan de desmanes de turistas y estudiantes.