«La vida en la cárcel es muy dura. Dios ayuda a muchos presos a salir de la droga y cambia sus vidas. Solo hay que escucharle y seguirle». Estas son sólo algunas de las afirmaciones que realiza Francico Jiménez, pastor evangélico de la cárcel de Palma.
Jiménez, visita el programa Ley y Orden para presentar un libro cargado de vivencias y anécdotas de su trabajo en el centro penitenciario.
«En la cárcel de Palma hay gente de todo tipo. Nunca juzgo a las personas, ni dentro ni fuera de los muros de la prisión. La gente se equivoca y tiene derecho a poder rectificar. Recuerdo con tristeza un joven interno que murió en soledad. Su familia, amigos y conocidos le dieron la espalda y su soledad interior acabó con él», concluye Jiménez.