El último herido en la explosión registrada este miércoles en la calle Toledo, un hombre de 53 años con traumatismo craneoencefálico leve y fracturas costales, ha sido dado de alta este jueves del Hospital Ramón y Cajal.
Según han indicado a Efe fuentes del Hospital Ramón y Cajal, donde permanecía hospitalizado, el hombre ha sido dado de alta, por lo que no queda ningún herido en los hospitales del Servicio Madrileño de Salud.
Se investiga el origen de esta doble explosión, previsiblemente causada por una acumulación de gas, que esta madrugada se ha cobrado una cuarta vida, la del sacerdote Ramón Pérez de Ayala, de 36 años de edad, fallecido en el hospital de La Paz como consecuencia de las graves heridas que le provocó el accidente.
Este jueves se ha conocido la identidad de los cuatro fallecidos: el sacerdote; su amigo David Santos, un feligrés al que pidieron ayuda para arreglar la caldera que había dejado de funcionar; Javier, un albañil de 45 años de La Puebla Amoradiel (Toledo) que trabajaba en el edificio de enfrente, y Stefko Ivanov, un vecino de Fuenlabrada, de nacionalidad búlgara y 46 años que en ese momento pasaba por la calle.