Un chico de 14 años circulaba tranquilamente por las calles de Palma a bordo de su patinete eléctrico cuando, de repente, fue abordado por dos marroquíes de 16 años. Uno de ellos, esgrimiendo una navaja de grandes dimensiones le pidió que le entregara su teléfono móvil. El terminal está valorado en unos 600 euros.
Una vez con el teléfono en su poder el ladrón emprendió la huida de forma apresurada. Por su parte, el amigo del atracador se quedó junto a la víctima hasta que llegó la policía. Una vez allí, este adolescente informó a los policías que su compañero era el autor del robo y que él desconocía sus intenciones. Además, en todo momento colaboró con los agentes para la localización y posterior detención del sospechoso acusado de un presunto delito de robo con violencia e intimidación.
Al acusado le consta una detención anterior por un hecho similar. Al tratarse de un menor, el adolescente fue entregado a sus padres.