Unos abuelos de Rusia han sido detenidos por asesinar a su nieto, un bebé de dos años. Tal y como indica The Sun, «estrangularon y quemaron al pequeño en el horno porque lloraba mucho».
El medio asegura los abuelos estaban ebrios en el momento de los hechos y que perpetraron el crimen «cansados de los llantos del menor». La pareja, de 52 y 48 años, arrojó los restos de su nieto a la nieve.
Fueron los padres del pequeño Dima, de 20 y 25 años, los que localizaron su cuerpo carbonizado a una temperatura de 20 grados bajo cero. Las autoridades rusas han señalado que «el análisis forense establecerá la razón exacta de la muerte del niño».