Peter Sutcliffe, el asesino en serie británico conocido como el ‘Destripador de Yorkshire', murió con COVID-19. El sobrenombre se le puso por una ola de crímenes que duró cinco años durante los que apuñaló y golpeó al menos a 20 mujeres y niñas, matando a 13 de ellas.
Los asesinatos de Sutcliffe, que dejaron mujeres mutiladas en el norte de Inglaterra entre 1975 y 1980, provocaron un temor generalizado en las ciudades de esa región y la policía fue criticada por tardar tanto en localizarlo.
Sutcliffe fue arrestado en 1981 y se declaró culpable de 13 cargos de asesinato y 7 cargos de intento de asesinato. Pasó el resto de sus días en prisión y falleció en la madrugada del viernes a los 74 años tras negarse a recibir tratamiento luego de contraer coronavirus.
Su víctima más joven tenía 14 años cuando Sutcliffe la golpeó cinco veces en la cabeza con un martillo en 1975, y sobrevivió al ataque. Entre las mujeres asesinadas se encontraba la dependiente de una tienda de 16 años.
Sutcliffe, que trabajaba como conductor de camiones, dijo que Dios le había dado la misión de matar prostitutas, aunque sus víctimas provenían de muchos ámbitos.
El juez lo declaró culpable de asesinato por todos los cargos y fue condenado a 20 cadenas perpetuas de prisión antes de que le diagnosticaran esquizofrenia paranoide.
La policía de West Yorkshire fue criticada por perder oportunidades para capturar a Sutcliffe, a pesar de haberlo entrevistado nueve veces durante la investigación.
Finalmente fue capturado cuando estaba con una trabajadora sexual de 24 años.