Antonio Cortés Cortés, el asesino confeso de Remedio Cortés, se ha negado a declarar ante los inspectores de la Policía Nacional.
Después de que el pasado miércoles el acusado estuviera bastante participativo y relatara el crimen durante la reconstrucción de los hechos, este jueves se ha cerrado en banda y se ha negado a testificar en la comisaría.
El detenido, que se encuentra en los calabozos de la Jefatura de la Policía Nacional, pasará a disposición judicial este viernes a primera hora de la mañana.
Confesión durante la reconstrucción de los hechos
El pasado miércoles, rodeado de policías y ante la jueza, Antonio Cortés Cortés, el hombre que mató a su mujer en el Secar de la Real, se derrumbó. Comenzó a llorar y totalmente roto se arrodilló y confesó el crimen.
El acusado sostuvo que todo fue un accidente de tráfico que se complicó. En su relato, el homicida confeso apuntó que esa noche había discutido con su mujer porque ésta mantenía una relación o coqueteó con otro hombre. Él le enseñó unos pantallazos del móvil en los que, supuestamente, había interceptado una conversación de Whatsapp entre ella y su amigo.
Tras discutir, ella no dudó en saltar con el coche en marcha y tratar de huir de su agresor. Acto seguido, siempre según la versión que ofreció el acusado, se puso nervioso, dio un volantazo y se empotró contra un muro de hormigón. Tras salir del coche, alcanzó a Remedios Cortés y, con una piedra y un destornillador, acabó con su vida.
Poco después, trató de esconder el cuerpo y simular que había sido todo fruto de un accidente mortal.