El joven acusado de arrollar a cuatro jóvenes a las puertas de una conocida discoteca de s'Arenal la madrugada del 9 de abril del pasado año alegó este lunes durante la primera sesión del juicio que todo fue «un accidente» y que no tenía intención de atropellarlos. El imputado explicó al tribunal que quiso frenar con su Ford Fiesta al ver que se dirigía a toda velocidad a un grupo de chicos, con los que había tenido una discusión horas antes. «Me acuerdo que intenté pisar el freno y no respondía».
El procesado, que se encuentra en prisión preventiva desde los hechos y que sólo quiso contestar a las preguntas de su abogado, David Salvá, se enfrenta a una pena de diez años de cárcel por cuatro delitos de intento de homicidio. La vista, en la Sección Primera de la Audiencia de Palma, está previsto que se prolongue durante toda la semana.
Disputa
Tanto el imputado como las víctimas admitieron que esa noche se vieron envueltos en una disputa dentro de la discoteca y que acabó fuera. «Me peleé con él cerca de la playa», subrayó una de las víctimas. Eso no sería más que una anécdota viendo cómo acabó el asunto. El acusado reconoció que esa noche había bebido, antes y durante su estancia en la sala de fiestas, y también consumido drogas.
Hacía menos de un año que tenía el carnet de conducir. Horas después del altercado, decidió marcharse. Explicó que sus amigos debían ir con otro vehículos tras él, pero que los perdió de vista. Y esto hizo que cambiara el rumbo. «No los vi por el retrovisor y no sabía si habían tenido un accidente», sostuvo. Dio la vuelta y se encaminó hacía la discoteca. En la puerta había mucha gente a esa hora, minutos antes de las 4.00. El coche se dirigió hacia el tumulto y acabó golpeando a cuatro de ellos de manera lateral tras echar el freno de mano. Todo quedó grabado por una cámara de seguridad. Tras el siniestro, el conductor abandonó el lugar, pero fue arrestado poco después.
Una de las víctimas relató ante el tribunal que esa noche él y todos sus amigos habían ingerido alcohol. Se encontraban en la puerta de la discoteca tras una noche de fiesta y de repente notó por la espalda un fuerte impacto. Era el Ford Fiesta del imputado. Quedó inconsciente y fue trasladado al hospital. Fue uno de los arrollados. Este martes sigue el juicio.
Un contrato con el Atlético Balears, frustrado a causa del siniestro
Una de las víctimas del atropello, que por aquel entonces era menor de edad, explicó durante el juicio que el accidente impidió que le hicieron un nuevo contrato con el juvenil del Atlético Baleares. «Estaba a punto de firmar la renovación y esto lo truncó todo. Estuve de baja un largo periodo y ya no pude volver», confesó apenado.