La Policía Nacional ha destronado a los ‘reyes' de la droga de ‘Corea' (Camp Redó) de Palma. Medio centenar de agentes irrumpieron este jueves en la popular y degradada barriada palmesana en una macrooperación contra el tráfico, venta y distribución de droga.
En el marco de la ‘operación Vulcano', en torno a las doce del mediodía de ayer, entraron de forma simultánea en doce viviendas del Camp Redó, en una de Son Banya, en una finca de Son Ferriol (Camí de la Muntanya) y en un chalet ocupado de Santa Maria. Durante las entradas y registros domiciliarios se procedió a la detención de al menos 15 personas, aunque este número podría aumentar en las próximas horas debido a que los investigadores, al cierre de esta edición, trabajaban en la localización de varios integrantes del clan.
En los registros, los agentes responsables del caso, se incautaron de 4 kilos de marihuana, 5 plantaciones completas –cuatro de ellas en el Camp Redó y una en una finca de Son Ferriol– y una gran cantidad de útiles y material para el cultivo y venta de la droga. Con esta operación se dan por desarticulados más de una decena de puntos de venta y el principal grupo criminal dedicado a su distribución en la barriada de ‘Corea'.
Clan de ‘La Mare'
El clan gitano desarticulado es el de ‘La Mare', una apéndice del clan de ‘Los Bizcos', que hace unos diez años se afincaron en la barriada del Camp Redó procedentes del poblado de Son Banya. Nada más llegar al barrio se hicieron fuertes implantando la ‘ley del silencio' y atemorizando a los vecinos de buena voluntad.
No tardarían en hacerse con el control total y absoluto del tráfico, venta, distribución de droga (marihuana y hachís) en su mayoría al menudeo. En la actualidad, según fuentes próximas a la investigación a las que ha tenido acceso Ultima Hora, los cabecillas de la organización criminal estaban catalogados como los ‘reyes de Corea'. Los edificios en degradación y los altos índices de delincuencia se convirtieron en una zona de confort para que el clan pudiera cometer sus fechorías con casi total impunidad.
Han topado, sin embargo, con el Grupo II de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía en colaboración con la Policía Local de Palma. Tras una exhaustiva investigación, los agentes no tardaron en darse cuenta de que se encontraban ante una organización muy peligrosa. Los narcos no tenían reparo alguno en utilizar a menores de edad para convertirlos en puntos de venta móviles o, los menos avispados, en simples aguadores.
El clan de ‘La Mare' era especialista en vender marihuana y hachís en plena calle o en la amplia red de puntos establecidos para ello. En el transcurso de la operación, fueron cayendo uno tras otro todos los integrantes del clan y los principales cabecillas. A los investigadores les llamó particularmente la atención que, en el registro practicado en el chalet ocupado de Santa Maria, se encontrara material de última generación sin estrenar y dentro de sus embalajes para el cultivo y tratamiento de la marihuana. Fueron necesarios dos camiones de grandes dimensiones para poder intervenir todo el género requisado.
En los quince registros practicados se detectó también que la banda tenía la corriente ‘pinchada'. Por ese motivo, se solicitó la presencia de los técnicos de la compañía eléctrica que verificaron que los narcotraficantes estaban cometiendo un delito de defraudación de suministro eléctrico. Todos los arrestados pasaron la noche en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía a la espera de que finalicen las diligencias policiales y puedan pasar a disposición judicial en las próximas horas.
Este golpe policial se ha convertido en un balón de oxígeno para un barrio muy castigado, que estaba agonizando y no cesaba de pedir ayuda a las autoridades. La operación sigue abierta y no se descartan nuevos arrestos. La venta de droga en Corea ha recibido un duro golpe.