La Fiscalía Anticorrupción reclama penas que suman 28 años de cárcel para los seis acusados por la trama en torno a la Policía Local de Calvià. Los principales acusados son el antiguo jefe del cuerpo, José Antonio Navarro y su colega de Marratxí, Antonio Ledesma. Ambos están acusados de un delito de cohecho (soborno) y afrontan peticiones de seis años y diez meses de cárcel.
Según la calificación del ministerio público, Navarro y Ledesma mantuvieron abierta durante siete años una especie de gestoría que se encargaba del personal de una serie de empresas dedicadas al ocio nocturno. Los empresarios, también acusados, conseguían ayuda y trato de favor: «Las denuncias dirigidas contra sus establecimientos se archivaban materialmente sin dictar resolución expresa o se quitaban las multas o se pactaba el pago de una cantidad muy pequeña de las mismas». Según la Fiscalía también se producían avisos de las inspecciones que se dirigían sobre todo contra la competencia de estos dos empresarios.
Navarro y los dos empresarios estuvieron en prisión tras ser detenidos en agosto de 2014. Fue la primera de las actuaciones en torno a supuesta corrupción policial que más tarde derivaron en operaciones contra policías locales de Palma y, en última instancia, en el ‘caso Cursach'.
La acusación también incluye en su escrito a dos policías locales a los que acusa de haber colocado una dosis de cocaína en un local para que lo localizara un perro de la unidad canina de Calvià. Los fiscales señalan que se buscaba intimidar el propietario del establecimiento. Además, acusan a Navarro de no investigar estos hechos cuando el empresario los denunció en una reunión en el Ajuntament de Calvià.
Los restos de la pieza principal de la macro causa
La subtrama de Calvià fue la primera en estallar y es la única parte que llega a juicio de forma directa desde la pieza matriz del macro caso.
El juez dictó la semana pasada el auto de apertura de juicio oral en el que archivaba la causa para los investigados que están incluidos en otras piezas.