Se obsesionó con su inquilina. Un hombre ha sido condenado a dos años de cárcel por abusar sexualmente y acosar a una joven a la que había alquilado una habitación en su piso de Palma. El acusado, de 61 años y nacionalidad española, se declaró culpable ayer en el juicio de delitos de abusos, acoso y lesiones y aceptó multas que ascienden a 2.160 euros.
El casero, que ha indemnizado a la víctima con 3.300 euros, no ingresará en prisión. La jueza acordó la suspensión de la pena de cárcel con la condición de que no cometa ningún delito en los próximos dos años.
Los hechos tuvieron lugar en julio de 2018. El hombre alquiló una habitación en su domicilio, situado en la calle Ángel Guimerá, a una joven de 25 años. Desde que la chica se instaló en la vivienda, el acusado comenzó a hacerle proposiciones sexuales y a tocarla las nalgas y a agarrarle por la cintura. La mujer lo rechazaba, pero el procesado insistía e incluso le llegó a proponer matrimonio. El acusado no aceptaba que no le correspondiera. Los días 30 y 31 de julio remitió varios correos a los grandes almacenes en los que trabajaba la víctima. El hombre se hacía pasar por un cliente y se quejó en falso ante la encargada de la mala atención recibida por parte de la chica.
La víctima decidió abandonar el piso el 2 de agosto y el hombre empezó a mandarle mensajes en los que le manifestaba que iría a su trabajo y que la denunciaría. La joven volvió a casa de sus padres y a raíz de estos episodios sufrió ansiedad, precisó asistencia psiquiátrica y estuvo más de un mes de baja.