Daniela Cardona asestó cuatro puñaladas a su pareja. La autopsia practicada este jueves por la mañana al cuerpo de Óscar Armando indicó que recibió cuatro cuchilladas, una de ellas a la altura del corazón.
La madre de Daniela Cardona, hondureña de 31 años, recibió una videollamada de su hija el pasado miércoles a las 22.38 horas: «Mamá, llama a la policía, creo que he matado a Óscar». La mujer acababa de apuñalar por la espalda a su marido, Óscar Armando Méndez, de 32 años y origen ecuatoriano, y estaba tirada en el suelo del tercer piso que compartían en el número 3 de la calle Sant Joan Baptista de la Salle, en Manacor.
La pareja tenía un hijo en común, de 9 meses, y la mujer es madre de dos niños, de 10 y 6 años. El mayor cogió el teléfono y pidió a su abuela que llamara a la policía porque, supuestamente, Óscar había atacado a su madre. «Yo fui la primera que vi la escena», recordaba sentada en un banco, frente a la comisaría de la Policía Nacional de Manacor, Mercedes Martínez, la madre de la agresora. «La expareja de Óscar no aceptaba la relación con mi hija». El hermano de la detenida explicó que la relación entre Óscar Armando y Daniela Cardona, que se inició hace tres años, «estaba muy deteriorada, ya no se entendían».
La víctima trabajó primero como jardinero y luego estuvo de conductor de autobuses en la empresa de Transports de les Illes Baleares, pero se encontraba en un expediente de regulación temporal de empleo por la crisis del coronavirus.
Una camarera del bar Bon Gust, donde el hombre estuvo horas antes de perder la vida, contó que estaba haciendo trabajos como albañil. «Venía cada día la pareja con los tres niños y luego a veces se reunían aquí ocho o diez con sus hijos. Nunca vi ningún problema». El crimen se produjo a las 22.30 horas del miércoles.
Cuchilladas
La pareja, que estaba casada desde hacía un año, mantuvo una discusión y la mujer apuñaló por la espalda al hombre. Una de las cuchilladas le alcanzó el corazón. La víctima consiguió huir, pero se desplomó enseguida en las escaleras entre el segundo y tercer piso del edificio.
Los vecinos alertaron a la Policía Nacional al escuchar los ruidos, pero ya era tarde. Los agentes encontraron a Óscar Armando en parada cardiorrespiratoria, sangrando de forma abundante, y lo bajaron hasta el rellano donde le practicaron maniobras de reanimación. Los equipos del Samu-061 acudieron hasta el lugar, pero no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre.
Una mujer inglesa que vive en la misma calle en la que ocurrió el asesinato tomaba un café con leche este jueves en el bar Garito, situado en la esquina entre la calle Don Joan D'Àustria y Sant Joan Baptista de La Salle. «Estaba viendo una película policiaca con mi marido, me asomé a la ventana, vi a la policía y pensé: ¡Ay, ya no hace falta seguir viendo la película!», comentó. Lo que vio al asomarse a la ventana no era una película policiaca, sino un drama.
Los agentes de la Policía Nacional detuvieron a Daniela Cardona, que alegó que había actuado en defensa propia. El Grupo de Homicidios, la Policía Científica y Judicial de Manacor se hicieron cargo de la investigación. La mujer denunció al hombre el año pasado, pero el caso se archivó. No existía ninguna orden de alejamiento entre el matrimonio.
La víctima no tenía a nadie de su familia en España. Luisa Jaya, su expareja, con la que estuvo ocho años, y algunos familiares acudieron a la comisaría de la Policía Nacional tras tener conocimiento de lo sucedido.
Lupita Eras, su exsuegra, manifestó que lo veía triste y en febrero le preguntó qué le pasaba. «Me dijo que tuvo un problema con su mujer en octubre del año pasado. Daniela le pegó un día al llegar de trabajar y Óscar la empujó y le preguntó qué pasaba. Ella se levantó del suelo, rompió todo lo que había en la casa y cogió un cuchillo. El hombre se encerró en el baño, pero la agresora tumbó la puerta y llamó a la policía, que detuvo a mi exnuero. Óscar me contó que llamó a su suegra para pedirle que le quitaran la denuncia y lo hizo».
La exsuegra del hombre hizo referencia a otro episodio. «Óscar tenía una amiga sin papeles a la que ayudaba a buscar trabajo. Daniela vio los números de teléfono a los que llamó y los marcó. Cuando respondía una chica se enfadaba. Es una mujer muy celosa».
La expareja de la víctima recordó que la ahora detenida le pinchó las cuatro ruedas del coche y le escribió «puta» y «zorra». «Somos la única familia que él tiene acá. Queremos justicia porque ha sido un ataque a sangre fría», dijo una excuñada.