El atropello mortal de dos mujeres en Cantabria por parte de un tren que discurría entre las estaciones de Torrelavega y Barreda causó suspicacias entre los investigadores desde el primer momento. Algunas hipótesis apuntaban a un suicidio coordinado; ahora sabemos que la realidad es aun más dura, puesto que una de las mujeres trató de impedir a la otra que acabara con su vida. Ambas la perdieron.
Según informa la prensa regional las víctimas mortales del atropello de un tren de cercanías de la línea de ancho métrico, Feve, que cubría la ruta entre Santander y Puente San Miguel, eran trabajadoras de un club de alterne cercano. Algunos testigos presenciales afirman que minutos antes del trágico suceso ambas discutían y se peleaban en un bar cercano.
Más tarde trasladaron su trifulca junto a las vías, pasando por un estrecho tramo que no está vallado y que ya ha provocado algún incidente lamentable. Cuando el tren pasó las arrolló a las dos. Los testigos presenciales y los vecinos de la localidad todavía siguen impactados por lo sucedido, según narra en su edición el local Diario Montañés.
Inmersos en la investigación para tratar de aclarar todo lo acontecido, la Policía Nacional ha pedido las grabaciones de las cámaras de seguridad en las que se aprecia a las dos mujeres discutiendo. El citado medio local refiere que una de las víctimas mortales tenía problemas psicológicos y sufría depresión, una razón que la podría haber empujado a tratar de suicidarse.