El magistrado del TSJB, Carlos Gómez, ha desestimado la primera tentativa del juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán para anular la investigación contra ambos por supuestas graves irregularidades en su actuación en el ‘caso Cursach'. El auto rechaza que exista por el momento indefensión alguna y también avala que sea una investigación abierta que pueda entrar en asuntos como las declaraciones de la madame y otros testigos controvertidos y que no se quede en los delitos por los que se elevó al TSJB, que ya incluían posibles detenciones ilegales en torno al ‘caso IME'.
Las pesquisas están en la práctica bajo suspenso mientras dure el estado de alarma que llevó a aplazar la treintena de testificales que estaban previstas a principios de abril. A la espera de que se retomen esas diligencias y que la Policía Nacional culmine su investigación sobre algunos de los testigos más polémicos del caso, el auto dictado el pasado miércoles, responde a una batería de recursos planteadas por las partes.
Penalva y Subirán plantearon una primera petición de nulidad de toda la causa y cargaban, entre otras cosas contra los policías que les han investigado. El auto aclara que «no interesan las motivaciones personales que llevan a una autoridad que tiene encomendada perseguir delitos a iniciar una investigación». «Únicamente resulta de relevancia si esos hechos son delictivos o no». Así, rechaza «una nueva investigación sobre la investigación que nos adentraría en una suerte de espiral que podría degenerar en una causa general inadmisible».
También deniega algunas pruebas como la declaración de la madame. Lo hace porque da por hecho que mintió: «Este instructor no alberga dudas sobre que la verdadera situación del piso al que la testigo se refería y la actividad de que aduce haber estado realizando no se corresponde con sus manifestaciones y por ello no se considera necesario profundizar por el momento». Señala que lo importante no es si mintió o no sino si Penalva, Subirán y los policías de Blanqueo prepararon esas declaraciones de forma sesgada, «para obtener ciertos resultados en la instrucción en la que estaban participando». Lo que sí admite el TSJB es la declaración del supuesto ‘número dos' de Cursach, Bartolomé Sbert para que reafirme las presiones que ha dicho haber sufrido en prisión para que admitiera la comisión de delitos.