«Déjame entrar señor agente. Estoy desesperado, necesito entrar a Son Banya para pillar algo. Me cago en el puto coronavirus de los huevos». Estos fueron los motivos argumentados por un comprador de droga a los policías nacionales que estaban de plantón en un control ubicado en la entrada del poblado.
Todo ello sucedió a primera hora de este domingo, justo a la entrada del supermercado de la droga. Unos minutos más tarde, otro cliente, también intentó acceder al poblado. En esta ocasión, pidió prestado un perro, lo subió en un coche y, entre la rotonda de Mercapalma y el Son Banya, se bajaron para ir caminando poco a poco e intentar entrar. Cuando los agentes del Cuerpo Nacional de Policía le dieron el alto su respuesta fue: «Estoy paseando al perro». El problema es que el paseo fue algo más largo de lo habitual porque su residencia la tenía fijada a varios kilómetros del lugar donde se encontraba.
Ambos compradores de droga fueron sancionados por incumplimiento de las medidas de restricción impuestas por el Gobierno en el marco del estado de alarma dictado por la emergencia sanitaria del COVID-19.