El abuelo que olvidó a su nieta encerrada en un coche en Manacor el verano de 2018 ha sido condenado a un año de cárcel. La bebé, de 10 meses, falleció a consecuencia de un golpe de calor. El acusado, de 57 años y nacionalidad española, se declaró culpable de un delito de homicidio imprudente en el juicio celebrado este miércoles en Palma.
La jueza de lo Penal número 4 tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de dilación extraordinaria e indebida en la tramitación del proceso. El procedimiento ha permanecido paralizado de manera injustificada entre el 14 de febrero y el 26 de septiembre de 2019. El hombre no ingresará en prisión, ya que carece de antecedentes penales. No podrá cometer ningún delito en los próximos dos años. Los padres de la víctima han renunciado a cualquier tipo de indemnización.
Los hechos ocurrieron a las 07.00 horas del 10 de agosto. El hombre recogió a su nieta en el domicilio de su hijo y de su nuera, en la localidad de Son Macià. La colocó en el asiento trasero de su Renault Mégane Scénic para acompañarla a la escoleta Patufets, en Manacor.
El procesado aparcó el coche en la calle s'Hort des Cabré, fue a tomar un café y olvidó a la bebé en el interior durante nueve horas, entre las 07.00 y las 16.00. Un policía nacional se personó en el lugar cuando escuchó los gritos desgarradores del hombre y, al cabo de unos minutos, aparecieron varios compañeros del agente. La niña fue trasladada a un portal para practicarle maniobras de reanimación. La Policía Local y los servicios sanitarios también se desplazaron hasta el lugar, pero no pudieron hacer nada por la vida de la menor. La pequeña, debido a la elevada temperatura y la falta de ventilación en el interior del vehículo, sufrió un fallo cardiocirculatorio tras un golpe de calor y falleció sobre las 12.00 horas.
El hombre actuó «sin intención de ocasionar a su nieta daño alguno, pero infringiendo el deber objetivo de cuidado que le correspondía como guardador de la menor», apunta la fiscal Lidia Del Valle. El abogado defensor del acusado, Miguel Ángel Ordinas, cuando pidió a la jueza que archivara el caso, señaló en su escrito que lo que sucedió «fue un descuido, un olvido... una desgracia. El abuelo paterno de la bebé tendrá que vivir con ello durante el resto de su vida. Esa será su condena permanente. La peor condena posible».
La fiscal pedía que indemnizara a la madre de la niña con 87.900 euros
La representante del ministerio fiscal reclamaba al inicio del proceso judicial una indemnización de 87.900 euros para la madre de la bebé por los daños morales y perjuicios ocasionados. La mujer, finalmente, ha renunciado a ese dinero.
El padre de la víctima rechazó desde un primer momento las acciones penales y civiles contra su progenitor.