El abuelo que olvidó a la bebé en un coche aparcado en Manacor el pasado agosto no sufre ninguna enfermedad. El hombre, de 56 años, fue sometido a un examen forense a principios de la semana pasada. El objetivo del médico era determinar si padece algún tipo de patología que pudiera haber influido en el olvido de la niña, de diez meses, en el interior del vehículo. El doctor, según fuentes judiciales, llegó a la conclusión de que el estado de salud mental del hombre es correcto y que tuvo un despiste. Un descuido que terminó en tragedia.
El abuelo declarará en el juzgado de instrucción de Manacor, el 15 de noviembre, por un posible delito de homicidio imprudente. Su nieta falleció de un golpe de calor tras pasar ocho horas en el interior del coche. El hombre tendrá que explicar qué ocurrió la mañana del 10 de agosto cuando llevaba a la niña en su Renault Scénic granate.
La había recogido en casa de los padres, en Son Macià, en torno a las siete de la mañana y fue a Manacor. El abuelo aparcó su vehículo a primera hora en la calle s'Hort des Cabré.
El hombre tenía que haber dejado a la niña en la guardería esa mañana. En sus declaraciones señaló que sufrió un olvido y que tras tomar un café se fue convencido de que la bebé estaba donde tocaba. Se marchó caminando al centro y pasó toda la mañana arreglando unos papeles en el Ajuntament.
Cuando la madre de la bebé llegó a la guardería a las tres de la tarde para recogerla le dijeron que no estaba. Llamó al abuelo y este se mostró convencido de que la había dejado en el centro. El hombre terminó por caer en la cuenta de lo ocurrido. Cuando llegó al coche se encontró a la bebé y pidió ayuda. Nadie consiguió reanimarla.
El abuelo tuvo que ser hospitalizado por ansiedad. Un juzgado de instrucción de Manacor, ante la gravedad de los hechos, abrió diligencias por un posible delito de homicidio imprudente.