El Juzgado de Instrucción 5 ha archivado una causa por supuestas coacciones al testigo protegido 29 del ‘caso Cursach' que se abrieron a raíz de tres denuncias diferentes de este antiguo camarero de Tito's. En todas ellas acusaba a un ciudadano de nacionalidad rumana, que ya fue absuelto en un juicio de otras supuestas coacciones al 29. En este caso, el testigo afirmaba que en junio de 2018 había sufrido tres episodios distintos de acoso y de todos ellos culpaba a la misma persona, con la que le unía un vínculo personal previo a su declaración en el ‘caso Cursach'.
La magistrada señala en el auto que en uno de los supuestos episodios, ocurrido en Cala Vinyes, no hay prueba de la autoría y que los otros dos no suponen delitos. En uno de ellos el testigo decía que se cruzó por la calle de forma fortuita con el denunciado y que éste intentó que se retractara de unas declaraciones anteriores, «sin obligarle a ejecutar tales actos». La juez concluye que «se trata de una conversación en plena calle cuya entidad penal no ha quedado suficientemente acreditada».
Sobre el tercer hecho denunciado por el 29, éste llamó a la Guardia Civil porque el denunciado montaba una cocina en una vivienda que estaba cerca del lugar donde trabajaba el testigo. El auto de la magistrada también señala que «los mensajes amenazantes que ice haber recibido el denunciante no han sido objeto de acreditación, ni se ha aportado prueba alguna tendente a su exhibición. Además, el denunciante no ha especificado el modo en el que se han producido las supuestas amenazas ni una mera descripción». La juez concluye: «No existe, indicio alguno que permita sostener la credibilidad del denunciante».
La resolución identifica al testigo protegido con su nombre y apellidos, puesto que él mismo presentó así la denuncia. El auto puede ser recurrido por el denunciante.