Un día de campo acabó en tragedia hace cerca de un año, cuando el pequeño Julen, de 2 años, cayó a un pozo de casi 110 metros de profundidad en Totalán (Málaga), y nada se pudo hacer por salvarle la vida pese a los doce días y once horas que duró su rescate.
Caso Julen
El 13 de enero de 2018, José Roselló y Victoria García, junto a su hijo Julen, fueron a pasar el domingo en la parcela de David Serrano, con la pareja de éste (prima del progenitor del niño) y la hija de ambos, con la intención de hacer un arroz en la zona conocida como Dolmen Cerro de la Corona, en Totalán.
Los dos hombres iniciaron las tareas necesarias para preparar la comida; colocaron unas sillas, una mesa y el fuego, mientras que los menores estaban con sus madres, hasta que la madre de Julen se sintió indispuesta y pidió al padre que se quedara al cuidado del pequeño.
Julen se bajó de la silla y se metió en una zanja o canalización en forma de «L» de poca profundidad que había en la zona, pero se puso a correr, por lo que su padre salió a la carrera tras él para evitar que se hiciera daño.
Los progenitores temieron que se pudiera caer al tropezar con las piedras o las paredes de la zanja pero al llegar a la zona curva de la «L» siguió la carrera y llegó a su extremo, donde desapareció de la vista de los padres, tras colarse por la boca del pozo.
El dueño de la finca se enfrenta a tres años de prisión por homicidio por imprudencia grave y será juzgado el próximo 21 de enero en el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga, aunque los padres elevan a tres años y seis meses su petición al apuntar a una negligencia «extremadamente grave».
Los padres de Julen y la pareja de David Serrano «desconocían» que estaban preparando la comida a «diecisiete metros de distancia de un pozo sin tapar»; tampoco tenían conocimiento de que al final de la zanja en forma de «L» en el lado corto, estaba dicho pozo ni de que Julen corría en dirección hacia éste, según mantiene el fiscal.
El día de campo acabó en tragedia y con dos familias enfrentadas. Los padres siempre han mantenido que desconocían la existencia del pozo y David Serrano afirma que alertó de las tres prospecciones que había en el lugar.
El procesado desde el primer momento intentó desviar su responsabilidad acusando en primer lugar al empresario que hizo la prospecciones que había, posteriormente afirmó que el equipo de rescate pudo causar lesiones a Julen y más tarde acusó José Roselló de no decir la verdad, ya que mantiene que lo avisó del peligro.
El juicio oral determinará la responsabilidad del acusado si no llegan a un acuerdo, consenso que no podrá producirse si David Serrano no admite que no adoptó las correspondientes medidas preventivas y paga la indemnización estipulada a la familia del niño.
Los padres de Julen han asegurado que necesitan que todo acabe y esperan que el juicio sirva para pasar página porque «necesitamos hacer su duelo sin la exposición mediática».
El pequeño fue rescatado sin vida el 26 de enero a las 3:29 horas de la madrugada y la causa de su muerte fue la caída al pozo, como consecuencia de la cual sufrió traumatismo craneoencefálico y raquimedular.
Los patólogos sostienen que el tiempo de supervivencia «fue corto», que falleció «pocos minutos después de la precipitación» y que no se trató de una caída libre, ya que la velocidad de la misma se vio disminuida por la fuerza de rozamiento, ropas y salientes del pozo.