Un conductor que se salió de la calzada y que dio positivo en las pruebas de alcoholemia señaló en el recurso que presentó contra la sentencia que lo condenó a pagar 1.440 euros de multa que se tomó unos tragos de whisky de la botella de una cesta de Navidad para calmar la sed que sufrió tras el percance.
La Audiencia Provincial de Murcia no se ha creído esa versión, por lo que ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal número 6 de esta ciudad que lo condenó como autor de un delito contra la seguridad vial y que, además, acordó la retirada del carné de conducir durante un año y medio.
En el recurso, el acusado alegó que los hechos, ocurridos el 15 de diciembre de 2018, en la pedanía murciana de El Puntal, se produjeron cuando volvía de una comida de empresa celebrada en Lorquí (Murcia), al salirse de la carretera.
Añadió que el percance no se debió a que condujese ebrio pues el whisky lo ingirió mientras aguardaba el momento de ser asistido sino porque sintió sed y quiso calmarla con esa bebida que llevaba en la cesta de Navidad que le habían dado.
El acusado expuso igualmente que la llegada de la Policía Local que redactó el atestado y que realizaría las pruebas de alcoholemia se produjo cuando se disponía a subir al taxi que le había enviado la compañía aseguradora del vehículo.
Alegó, por tanto, que no fue sorprendido mientras conducía, por lo que no se había demostrado que fuera al volante bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas.
El tribunal de la Audiencia Provincial de Murcia, que tiene como ponente al magistrado Jaime Bardají, no ha dado credibilidad a esa versión, al señalar, entre otras consideraciones, que los detalles recogidos en su recurso, como el referido a la bebida, no los refirió cuando declaró ante la Policía Local.
Asimismo señala que llevado a presencia judicial, donde podía haber expuesto esa versión exculpatoria de haber ocurrido los hechos como decía, se negó a declarar.