Un adolescente fue detenido hace unos días por la Guardia Civil de Tráfico tras ser cazado conduciendo un coche de noche por la vía de cintura y sin luces. El menor, vecino de una conflictiva barriada, fue trasladado a la Comandancia de la calle Manuel Azaña y luego, por motivos de edad, quedó en libertad y su familia se hizo cargo de él.
El incidente se produjo en la tarde noche del pasado martes, a la altura de la barriada palmesana de es Rafal, cuando una unidad de la PLM (Plana Mayor del Sector de Tráfico) detectó que un coche muy viejo circulaba sin las luces traseras y solo con una delantera funcionando.
A esas horas, la oscuridad era absoluta y el tráfico era denso en la vía de cintura, por lo que el turismo constituía un auténtico peligro para el resto de conductores. La Guardia Civil procedió a darle el alta y nada más identificar al conductor se dieron cuenta de que era un menor y, obviamente, no podía tener el carnet de conducir.
El muchacho se encontraba acompañado de una menor, de la que dijo que era «mi mujer», y de forma espontánea reconoció que circulaba sin carnet porque no tenía la edad para hacerlo. Los agentes comprobaron los datos del coche y confirmaron también que carecía de la Inspección Técnica del Vehículo (ITV), aunque sí tenía el seguro obligatorio en vigor.
El conductor en todo momento colaboró con los agentes y no se resistió cuando le comunicaron que debían trasladarlo a la Comandancia de la calle Manuel Azaña, debido al delito que había cometido.
Los agentes de Tráfico buscaron a sus padres, pero estaban en la Península, así que tuvo que recogerlo un tío, que se hizo cargo de él. De la detención también fue informada la Fiscalía de Menores, que ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias en las que se encuentra el adolescente.
Además de la conducción temeraria, el menor será multado económicamente.
El coche no era visible
A la hora en la que fue interceptado el coche en la vía de cintura, la oscuridad era total y el vehículo en cuestión, que de todas las luces que tiene solo funcionaba una, constituía «un auténtico peligro», según las fuentes consultadas. El temor de los agentes de Tráfico era que provocara un accidente en una hora en la que la circulación era intensa. En cualquier caso, cuando el conductor fue interceptado circulaba a una velocidad moderada.