El impacto que recibió Paula Fornés, la menor de 15 años que murió atropellada el 24 de junio de 2018 por un coche que se dio a la fuga, fue «tan violento» que la muerte fue prácticamente instantánea, según el médico forense que se encargó de la autopsia.
Así lo ha explicado el facultativo durante el juicio celebrado en Palma contra una mujer polaca, Renata G., como presunta autora del atropello. La mujer, este martes en la primera sesión del juicio, contestó a las preguntas de su abogado y sostuvo que los agentes de la Policía Local de Campos no le leyeron sus derechos ni le ofrecieron un intérprete.
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Este miércoles se ha retomado la vista oral y un agente de la policía ha declarado que sometió a la prueba de alcohol a la acusada y que le leyó los derechos antes de practicarle el test con el alcoholímetro y que la mujer comprendió los pasos a seguir. «En dependencias le informamos de los derechos, nos entendió perfectamente y se acogió a tres de ellos: solicitó un intérprete, un abogado de oficio y contactar con su hija».
A la acusada se le imputan cinco delitos, entre ellos el de homicidio por imprudencia grave y el de conducción temeraria, puesto que dio positivo en las pruebas de alcohol. Algunos de los testigos que declararon este martes confirmaron que cuando retuvieron a la conductora mostraba claros signos de embriaguez:
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Los padres de Paula Fornés y su hermano también ofrecieron su testimonio en la primera sesión de este martes. Biel Fornés compartió el dolor con el que viven desde que su hija fue atropellada en la noche de San Juan de 2018. El padre de la joven fallecida relató que él, junto a su mujer y su hijo, siguen un tratamiento psicológico y que él sigue tomando medicación (ansiolíticos, antidepresivos e inductores al sueño). El hombre estuvo seis meses de baja laboral y en la actualidad no trabaja.
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Este caso me tiene indignado. Prefiero no expresar lo que pienso.