La primera jornada del juicio contra la conductora que mató a Paula Fornés el año pasado en sa Ràpita concluyó este martes a las 16.30 horas tras una jornada maratoniana de interrogatorios. La vista oral se ha retomado este miércoles en otra sala con más aforo del juzgado de lo Penal número 3 de Palma y con las declaraciones de seis agentes de la Policía Local de Campos. El juez ha pedido disculpas a todos los funcionarios por el retraso que lleva el juicio. El agente que sometió a la prueba de alcohol a la acusada ha explicado que le leyó los derechos antes de practicarle el test con el alcoholímetro y que la mujer comprendió los pasos a seguir. «En dependencias le informamos de los derechos, nos entendió perfectamente y se acogió a tres de ellos: solicitó un intérprete, un abogado de oficio y contactar con su hija».
■ La conductora ebria que mató a Paula Fornés dice que la policía no le informó de sus derechos
La Policía Local de Campos realizó tres lecturas de derechos a la mujer. La primera a las 3.18 horas, la segunda a las 08.00 para informarle de que era autora de un delito de homicidio imprudente y la tercera con su abogada de oficio.
Los agentes no solicitaron intérprete porque Renata Gocha «no insistió ya que nos entendía en todo momento». La autora del atropello mortal ofreció tres versiones tras el accidente, según un policía. Primero dijo que iba sola, luego que le acompañaba su hija y al final que conducía una amiga húngara llamada Helena.
Uno de los efectivos, que ha declarado como testigo, ha comentado que la acusada le dijo que se distrajo con el teléfono. El funcionario le pidió que le enseñara el registro de llamadas para ver si coincidía con la hora a la que ella manifestó que se había despistado, pero no pudo constatarlo al estar en polaco. «El móvil lo manipuló ella en todo momento, pasando pantallas hasta el registro de llamadas».
El médico forense que practicó la autopsia a la víctima ha explicado que la menor murió en el momento del accidente por la violencia del impacto. Un ingeniero del Ayuntamiento de Campos que realizó un informe sobre el alumbrado en la avenida Miramar de sa Ràpita, donde ocurrió el siniestro, ha apuntado que era prácticamente nuevo, tenía un año.