Un portero de una conocida discoteca de Palma fue condenado este martes al pago de una multa de 540 euros por agredir a un cliente la noche del 18 de noviembre de 2017.
El joven reconoció los hechos durante la vista y aceptó la pena impuesta por la jueza, a la que se llegó tras una acuerdo de conformidad entre las partes. Además de la sanción no podrá ejercer su profesión durante seis meses.
Según el relato de la Fiscalía, la víctima perdió la chaqueta en el local y acudió a pedir ayuda a uno de los empleados. Lo hizo, tal y como se detalla en el escrito del ministerio público, de manera insistente. Tras unos momentos de discusión entre ambos, acabaron aproximándose a la puerta de emergencia. Allí el portero le propinó un certero puñetazo que le provocó lesiones importantes. Varias fracturas de huesos de cráneo y cara, además de una triple en la mandíbula. En un principio pedían para el acusado un año y medio de prisión por un delito de lesiones. Tras un pacto entre las partes la pena quedó en un multa.
La fiscal tuvo en cuenta el atenuante de reparación del daño. Antes de la vista, el procesado pagó a la víctima, asistida por el Bufete Lafuente, 4.000 euros en concepto de responsabilidad civil.