La sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma acogió este lunes la primera sesión del juicio contra un constructor por vender cuatro estudios sin licencia tras transformar un local que previamente había adquirido en la calle Son Pontivic de Ciutat. La Fiscalía pide para el acusado ocho años de prisión por un delito de estafa.
Durante la vista, las personas presuntamente engañadas relataron su experiencia. «Pagué 70.000, después de pedir hipoteca, porque todo parecía correcto. Descubrimos el problema cuando me llegó el recibo del IBI y salía que vivía en una oficina. Pensé que era un error, pero no», explicó un afectado. Una mujer describió ante el Tribunal la primera visita a la que sería su vivienda meses después.
«Todo parecía nuevo, las cosas estaban con el precinto, él -por el constructor- me decía que estaba todo impecable. Y me convenció. La casa tenía lo que necesitaba», subrayó. Junto al constructor, que solo contestó a las preguntas de su abogado,y se limitó a reconocer el delito, está imputado un arquitecto, al que acusan de falsificar documentación ante el Consell de Mallorca. Este declaró que un contrato de luz falseado que le mostró el principal imputado fue el origen de todo el problema y que estaba convencido de que todo era «legal».