Escándalo en el mundo del taekwondo al destaparse un supuesto caso de estafa en el cobro de licencias y grados (cinturones) en Mallorca.
Los padres de un menor, inscrito en un centro deportivo de Marratxí, solicitaron cambiar de club para poder participar en competiciones tanto a nivel regional como nacional, ya que el citado club no se encuentra inscrito en la Federación Balear de Taekwondo, siendo que los niños de esta entidad deportiva se encontraban federados en la Federación Gallega.
Los padres, ambos vinculados a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, realizaron una consulta al órgano federativo competente y éstos les dijeron que solo les constaba que su hijo tenía registrado hasta cinturón naranja (cuando el niño es grado azul). Además, en esa misma consulta se les informó que su ficha federativa se limitaba a los años 2015, 2017 y 2018. Este hecho resultó muy llamativo a los progenitores dado que desde el año 2012 al 2019 (ambos inclusive) habían hecho efectivo el pago de forma religiosa.
Ante esta situación tan anómala y contradictoria, los padres solicitaron explicaciones al propio monitor, pero las respuestas del profesor fueron muy extrañas. Es más, les llegó a decir que los niños estaban inscritos en la Federación Valenciana.
Tras numerosos intentos y gestiones infructuosas por parte de los padres, lograron esclarecer que su hijo, de la noche a la mañana, le constaba que había obtenido el cinturón rojo, casualmente, unos días antes a través de un club de Valencia. Lo más curioso es que el profesor le había conseguido un grado superior al que le tocaba expedido por un club valenciano sin que el niño hubiera pisado en su vida tierras valencianas.
Los afectados han interpuesto varias denuncias de todo lo sucedido ante los organismos federativos, policiales y a la Direcció General d'Esports del Govern balear.
Los denunciantes explican que hay muchos niños que se encuentran en esta situación «irregular, ilegal y fraudulenta» descartando por completo que se trata de un error involuntario o puntual. En el escrito acusatorio se hace constar que la federación gallega, «de una forma instrumental e interesada en un intento de camuflar los citados chanchullos y engaños», apuntan los padres.
«Frustrando los sueños»
«Queremos significar que el maestro de taekwondo tendría que ser una persona que diera ejemplo a todos los niños que practican este tan noble arte marcial cuyos valores son el honor, respeto y la nobleza. Una persona que debe ser un referente de sus pupilos se convierte en una pesadilla que frustra los sueños e ilusiones de los niños», apuntan los padres. «¿Cómo se le explica a un niño de once años que ese profesor al que admira es un fraude y le ha estado engañando por un puñado de euros? ¿Dónde están lo valores de este deporte?».