«Estamos desesperados, necesitamos saber si Katalin y Mihály son las dos personas que cayeron al mar en Mallorca y están desaparecidas desde el miércoles». La familia de los dos primos húngaros –y no hermanos como se informó en un primer momento– que podrían ser las víctimas mortales de una ola que los arrastró en Cala Esmeralda aguarda con angustia que se confirmen los peores pronósticos.
Katalin Orosz tiene una treintena de años, mide 1,65 centímetros, es delgada y tienen numerosos tatuajes en el cuerpo. Su familiar Mihály Orosz también es de cabello oscuro, mide entre 1,85 y 1,90 y es musculoso. Los dos pasaban unos días de vacaciones en el hotel Oasis d'Or, en la calle Es Ravells de Cala d'Or.
La Guardia Civil ya ha contactado con la familia que está en Hungría para advertirles de que es muy probable que los dos desaparecidos en el mar sean la pareja de primos. En cualquier caso, hasta que no se localicen los cuerpos no se podrá acreditar con seguridad que se trata de ellos.
«Tenían que volver el viernes a su casa, pero no tenemos noticias de ellos desde el miércoles y no hemos podido contactar con ellos de ninguna manera», explicaron sus familiares ayer. Los allegados de Katalin y Mihály tampoco han podido contactar con los responsables del hotel de Cala d'Or, para que les aporten información sobre los últimos movimientos de la pareja.
La familia es consciente de que son demasiadas coincidencias: «Estaban en esa zona cuando esas dos personas cayeron y no han vuelto a ser vistas, así que nos ponemos en lo peor».
Este sábado, por cuarto día consecutivo, continuó la búsqueda de la pareja engullida por una ola en Cala Esmeralda. Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y técnicos de Emergencias siguieron peinando la costa, sin resultado. Este domingo está previsto que se reanude el operativo, pero el lunes podría quedar suspendido.
Mar adentro
La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que la pareja golpeada por una ola el miércoles y que desapareció tras caer al agua fue arrastrada por la corriente mar adentro. Según estos estudios de corrientes y mareas, los dos infortunados podrían estar ya a muchas millas de Cala Esmeralda. Una mujer presenció esa tarde cómo un hombre y una mujer eran arrastrados al mar y llamó enseguida desde su móvil al 112. Estaba anocheciendo y otro testigo confirmó luego la versión de esa señora.