Rafael Pantoja, el asesino de Sacramento Roca, ha aceptado este martes una condena de 4 años de cárcel por acosarla antes de cometer crimen.
La expareja de 'Sacri' se personó el 16 de noviembre de 2018 en el establecimiento de la calle Aragón, en Palma, donde trabajaba desde hace 15 años la víctima y acabó con su vida asestándole once puñaladas, algunas de ellas de mortal necesidad.
Es el primer juicio por la secuencia que acabó en el asesinato de la mujer. El principal proceso, por el que le reclaman penas que superan los 30 años de cárcel, está ya en la Audiencia Provincial pendiente de que se fije fecha para el juicio.
Según algunos testigos, Pantoja no aceptaba la ruptura y hasta días antes del asesinato intentó que ella cambiara de opinión. La Fiscalía solicitaba una condena de dos años de cárcel. La víctima confesó a sus amigas más íntimas días antes del crimen que tenía miedo de su ex.
Esta mañana, Rafael Pantoja ha reconocido un delito de acoso y otro de coacciones. Durante todo el mes de octubre y hasta que se produjo el asesinato en noviembre de 2018, Pantoja llamó a la mujer de forma reiterada, merodeaba por su lugar de trabajo, llamaba a su familia y amigos e intentó contactar con ella para intentar retomar la relación.
El relato de hechos que ha asumido Pantoja incluye que colocó en los ascensores del Parc de las Estaciones un cartel en el que constaba el móvil de la joven y que simulaba ser un reclamo sexual. Las acusaciones particulares también incluían que pinchó las ruedas del coche de su expareja.
Días después de estos episodios, Pantoja acudió al lugar de trabajo de Sacramento. El vigilante de seguridad, de 45 años, se acercó a la caja en la que ella trabajaba y la atacó por la espalda. La mató a puñaladas y luego intentó huir. Fue detenido unos minutos después.
La condena incluye una orden de alejamiento durante cinco años de los padres, hermanos e hijos que tenía Sacramento.