Al menos dos personas han muerto este miércoles alcanzadas por disparos en un tiroteo registrado frente a una sinagoga en la localidad de Halle, en el este de Alemania, según ha informado la Policía de esta ciudad. Posteriormente se ha sabido que también hay dos heridos.
«Una persona ha sido detenida», ha anunciado posteriormente la Policía, que inicialmente había avisado de que los supuestos autores del tiroteo habían escapado en un vehículo. «Nos mantenemos en alerta», ha precisado. La Fiscalía antiterrorista se ha hecho cargo de la investigación de los hechos.
Otras dos personas heridas están ingresadas en el Hospital Universitario de la ciudad, según ha informado su portavoz, Jens Mueller, a DPA. «Un paciente tiene heridas de bala y actualmente está siendo operado», ha precisado, sin ofrecer más detalles sobre las identidades de los heridos, salvo que se trata de un hombre y una mujer.
Posteriormente a los sucesos de Halle, se han producido disparos en la localidad de Landsberg, situada a unos 15 kilómetros, según ha indicado a DPA una portavoz policial, sin que por el momento haya más detalles al respecto.
Testigos en Halle han contado que uno de los asaltantes llevaba equipación de combate y estaba armado con una pistola automática. «El hombre llegó hasta la tienda de kebab. Vestía un pasamontañas y portaba un fusil de asalto», ha explicado a la cadena n-tv un testigo. «Lanzó una grada, que rebotó frente a la puerta y estalló delante de otra persona en el suelo», ha precisado.
Los medios locales han contado que el tiroteo se ha producido cerca de una sinagoga y de un establecimiento de kebab, por lo que se especula con un posible móvil de extrema derecha. Los hechos se han producido coincidiendo con el Yom Kippur, la festividad más importante para el judaísmo.
Un portavoz policial ha precisado a 'Der Spiegel' que un hombre ha muerto en un restaurante de comida rápida y una mujer ha fallecido en una calle próxima al cementerio judío.
Intento de ataque contra la Sinagoga
El presidente de la Comunidad Judía de Halle, Max Privorotzki, ha explicado a este medio que los asaltantes han intentado entrar en la sinagoga, donde había entre 70 y 80 personas, pero las medidas de seguridad «han impedido el ataque».
El Ministerio alemán de Interior ha señalado que por el momento se desconocen los motivos del crimen, mientras que la Policía ha advertido contra posibles especulaciones.
Steffen Seibert, portavoz de la canciller Angela Merkel, ha expresado su pesar por las dos víctimas mortales. Asimismo, ha confiado en que las fuerzas de seguridad «puedan atrapar» a los autores y ha pedido a la población que siga las instrucciones de la Policía para evitar que «nadie más resulte herido».
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha condenado también el ataque. «Es otra trágica demostración de antisemitismo», ha señalado en un comunicado. «Los templos de todo el mundo deben ser refugios para la reflexión y la paz, no lugares de horror y matanzas», ha defendido.