Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor, se ha reconocido culpable de los cuatro delitos sexuales que se le imputan en el juicio que comienza este jueves, cometidos en Madrid a finales de 2016 y principios de 2017.
«Me considero culpable», ha dicho el acusado al ser preguntado por el tribunal sobre si era el responsable de los hechos de los que se le acusa, al inicio del juicio.
Pedro Luis Gallego, conocido como violador del ascensor, ha pedido perdón varias veces a las cuatro víctimas por las que ha ido este jueves a juicio así como al resto, asegurando que es víctima de sí mismo por «un impulso» que no puede controlar y para el que ha pedido ayuda.
«Le hablo con el corazón en la mano, sabiendo que me voy a morir en la cárcel», ha dicho al tribunal con semblante sereno, y ha añadido: «Estoy arrepentido de todo lo que he hecho e incluso de haber nacido».
«Que me entiendan a mi también porque yo me considero una víctima de mí mismo. Tengo un impulso que no puedo controlar», ha asegurado tras manifestar que tiene un problema psicológico del que no ha sido tratado específicamente, a pesar de solicitarlo, y para el que ha pedido ayuda.
De pie, cogiendo el micrófono de la sala con ambas manos, Gallego ha comenzado su intervención con voz firme explicando que desde los 19 años tiene un problema psicológico por el que su vida no ha sido normal, y de hecho ha calificado su vida como «un desastre» y «un fracaso», con 32 años en la cárcel.
Ha explicado que solicitó un «programa terapéutico específico» para su problema, «una especie de impulso que no se puede controlar», pero que no se lo facilitaron en prisión, de modo que tuvo que acudir a una ONG y una psicóloga que pagó él, a pesar de lo cual no mejoró, y ha solicitado que ahora se le aplique un programa específico.
«Yo no soy el clásico individuo, llámese tipo manada, que por acuerdo entre amigos dicen 'vamos a divertirnos con esa persona' y la dejan... Mi problema es más profundo»
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid juzga desde este jueves a Pedro Luis Gallego, conocido como el violador del ascensor, que ahora se enfrenta a 96 años de cárcel por la violación de dos mujeres y otros dos intentos en 2017 en las cercanías del hospital La Paz de la capital.
Gallego ya fue condenado en su momento a 273 años de cárcel por el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, además de otras dieciocho agresiones sexuales, aunque solo cumplió 21 años.
Antes del juicio, la abogada de la asociación Clara Campoamor, Ángeles López, que representa a una de las víctimas ha afirmado que esta causa ha estado «muy bien instruida» y es «sólida» ya que la Policía Nacional ha hecho un buen trabajo con pruebas de ADN, restos de fibras y huellas.
«Lo lógico es que le condenen», ha agregado la letrada.
Esta acusación ve sustancialmente los mismos delitos que la Fiscalía, aunque pide quince años por el delito de secuestro en lugar de los once que solicita el Ministerio Público.
El acusado ha llegado a la Audiencia Provincial a las 9:39 horas en un furgón de la Guardia Civil ataviado con una gorra y una sudadera con capucha.
Ha entrado en sala a las 10:39, vestido con camisa de cuadros, pantalones vaqueros y gafas de sol, con semblante serio.
Se prevé que el juicio se desarrolle durante tres sesiones (este jueves, y el lunes y el martes próximos), y que en la primera declaren el acusado, las víctimas y varios testigos principales.