La Fiscalía ha mantenido este miércoles su petición de pena de 28 años y seis meses de cárcel a M.P.B., el dueño de diversos prostíbulos de s'Arenal acusado de violar a tres mujeres, una de ellas menor de edad, entre los años 2009 y 2014.
El juicio, que se suspendió en julio después de que dos testigos protegidos no quisieran declarar «por miedo», ha concluido este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares después de que otra testigo, una antigua prostituta haya prestado su testimonio. La mujer ha relatado como el acusado intentó tener relaciones sexuales pagadas con ella pero ella se negó. «Me cogió de la cabeza, me empujó hacia abajo y al final me salí», ha expresado.
En su declaración, ha relatado que, tras esto, el acusado no la quería ver «ni en pintura» pero que a las otras chicas con las que sí «se iba a la habitación» les pagaba directamente, y no en la barra como el resto de clientes, pues era el dueño y que también les pedía «cosas que no se podían» hacer, como hacerlo «sin» preservativo.
En sus conclusiones, la Fiscalía ha manifestado que M.P.B. negó que los clubes eran de su propiedad, aunque luego se ha demostrado que «era el dueño» y ha asegurado que las empleadas tenían que mantener relaciones sexuales con él si querían mantener su trabajo.
La acusación ha señalado que las empleadas tenían que pagar la Seguridad Social de su bolsillo, que la relación laboral «era ficticia» y se ha referido al acusado como «mandamás único y exclusivo», que «ostentaba condición de dominio» sobre sus empleadas.
Por su parte, la defensa ha sostenido que no hay prueba de cargo y que, tras el juicio, «el acerbo incriminatorio ha quedado en nada».