Los expertos en criminalística de la Guardia Civil creen que la víctima de Cala Millor fue asesinada sobre la cama del dormitorio en la casa donde convivía con la acusada, su esposa, una mujer rusa de 49 años que se enfrenta a una petición de condena de 25 años de cárcel por un presunto delito de asesinato.
Los tres agentes que elaboraron un informe sobre los indicios hallados en la casa y en el cuerpo de la víctima han comparecido este lunes como peritos en el juicio que celebra un Tribunal del Jurado en la Audiencia Provincial.
Los guardias civiles consideran que la víctima fue sedada y que, sobre la cama, se le practicaron unos «primeros cortes» para desangrarlo y «debilitarlo», para posteriormente descarnarle los brazos con un «cuchillo de sierra».
Además, en el baño de la casa identificaron proyecciones de sangre que atribuyen a un lanzamiento de carne.