Un niño de dos años se quedó atrapado, el pasado jueves, en un pozo de 33 metros de profundidad y 23 centímetros de diámetro en la India. Tras cinco días de labores de rescate, los servicios de emergencia lo han sacado ya sin vida.
El pequeño Fatehvir Singh estaba jugando cuando cayó a un pozo hecho por su familia en unos terrenos cerca de su casa, tal y como explica informativos Telecinco. El pozo, que no se usaba desde 1991, se creó con el objetivo de canalizar el agua y, en principio, estaba tapado con un saco de tierra.
El pequeño Singh ha tenido oxígeno a través de un tubo los días que ha estado atrapado, aunque no ha podido beber ni ingerir nada. Cuando fue trasladado este martes al hospital, solo pudieron certificar su muerte.
Este caso recuerda al del pequeño Julen, el niño de Málaga que cayó a un pozo de decenas de metros de profundidad y cuya una historia tuvo en vilo a toda España.