La Policía Nacional está ultimando la posible imputación de uno de los monitores del comedor en relación al fallecimiento de una niña -de tan sólo cinco años- en el colegio La Salle de Palma el pasado viernes. Además, este jueves se está tomando declaración a varios implicados en el tema para avanzar en la investigación.
Homicidios está analizado la información que facilitaron los padres de la menor al centro educativo en relación a las alergias o intolerancias que padecía la niña. A partir de ese instante, también se analizará el contenido del menú que ese día facilitó el colegio a los comensales y el grado de responsabilidad de los monitores implicados.
La silla en la que se sentaba la pequeña tenía una pegatina que advertía de su alergia a una proteína de la leche, según explicaron fuentes cercanas a las pesquisas. Del mismo modo, también tratan de esclarecer lo ocurrido el día del trágico suceso. Algunas fuentes apuntan que fue un monitor quien entregó un helado a la niña mientras que otros dicen que fue un compañero.
La autopsia destapó que el fallecimiento de la alumna de La Salle está relacionado con la última comida que ingirió: un sándwich de helado. El examen forense practicado el pasado lunes por la mañana en Palma determinó que la menor contaba con «múltiples antecedentes de cuadros alérgicos». La niña tenía una salud delicada. Había estado ingresada en varias ocasiones en hospitales por esta causa.
La víctima tomó un sándwich de helado sin lactosa, empezó a encontrarse mal y se desplomó. Los profesores dieron aviso a los servicios de emergencias y varias ambulancias se desplazaron hasta el centro escolar. La menor entró en parada cardiorrespiratoria y los médicos del 061 intentaron estabilizar sus constantes durante más de una hora. Al final solo pudieron certificar el fallecimiento.
Dolor
Familiares de la niña fallecida están rotos de dolor por la terrible pérdida. Este jueves, a partir de las 19 horas, la familia está previsto que celebre un acto de despedida en un conocido agroturismo de la Isla. «Nuestra pequeña princesa que brilla como un rayo de sol. Su luz está en otro lugar», reza en su esquela.